¿TIENES SIBO?

… Si te han diagnosticado SIBO … 

Vaya una que te ha tocado

Dime.

¿Ya has pasado por las colonoscopias, endoscopias, la prueba de 65€ de “soplar para saber si tienes SIBO”, los tests fallidos, las consultas con consultas con el médico digestivo que creen que esto es lo de TikTok y mil más como ésas hasta ¡al fin! descubrir que eres positiva en SIBO?

Dime.

¿Ya has pasado por las colonoscopias, endoscopias, la prueba de 65€ de “soplar para saber si tienes SIBO”, los tests fallidos, las consultas con consultas con el médico digestivo que creen que esto es lo de TikTok y mil más como ésas hasta ¡al fin! descubrir que eres positiva en SIBO?

Pues… Escucha con atención.

En esta página te voy a contar 3 cosas MUY importantes. 

3 cosas — que necesitas saber hoy — para que el día de mañana, cuando estés comiendo o bebiendo agua, te des cuenta de que la barriga apenas se te hincha y la urgencia de ir al retrete viene con normalidad.

La primera es que...

Cuando padeces SIBO, cualquier dieta puede empeorar tu situación si no se tiene en consideración tu tipo de SIBO. Incluida la popular dieta baja en FODMAPs.

Hay 4 tipos de SIBO.

Los veremos.

Lo segundo es que...

Por qué la famosa dieta baja en FODMAPs puede venirte como anillo al dedo o arrancártelo de cuajo. 

Hay “cuándos” y “cómos” que pueden agravar tu afección. 

Tener 8 ojos es poco. 

Y más si has empezado con FODMAPs por vídeos en YouTube, por recomendación del médico de cabecera o por la de un digestivo que se toma la afección como una broma. 


Que los hay.

Porque la FODMAPs (mal “empleada”) puede causar deficiencias nutricionales o provocarte un nuevo tipo de SIBO, más complejo y agresivo en sintomatología — como fatiga, neblina mental, anemia, flatulencias con olor a huevo podrido, etc. 

La información que te voy a dar, por supuesto, está basada en:

Lo iremos viendo.

También te diré por qué una buena dieta es fundamental para librarte del SIBO y ¡NO solo eso! Te diré por qué es mandatoria para evitar que reaparezca

Las recaídas son comunes y, en muchos casos, evitables.
Algunos nutricionistas cometen un error garrafal justo cuando lo único que falta para terminar con el tratamiento es cerrarle la puerta al SIBO. 

Te revelaré cuál es ese error.

Y tercero y último...

Te voy a ofrecer una solución.

Si te gusta, fenomenal. 

Si no te gusta, puedes ignorarla y quedarte con la información de esta página. 

Hay otras nutricionistas en España que seguro que pueden conectar contigo mejor y hacer un excelente trabajo. No te preocupes por nada más.

Lo prioritario es que tengas presente lo siguiente:

Lleves 2 meses, 1 año, 4 años u 80 años padeciendo síntomas.
El SIBO es un agujero del que se puede salir.

Lo que sí te recomiendo es que: vayas a apoyarte en mis servicios, los de otra o ninguno, que te quedes y leas esta carta. Porque lo que tengo que contarte casi 100% segura te interesa. 

Así que, sin más dilación …


Me presento y te pongo en situación.

Mi nombre es Ana, soy nutricionista y hay 2 razones por las que me especializo en SIBO 

  1. Porque mucha gente ha llegado a mi consulta con ese problema. Así que simplemente por tratarlos una y otra vez, ya sé cual es la ruta más exitosa.
  2. Porque durante 8 años, antes de ser nutricionista, fuí enfermera.

 

Y lo he visto.

He visto los destrozos en la piel, las ronchas y los dolores que provoca que una persona con celiaquía, coma gluten. He visto cómo cambiar un solo elemento de la dieta lograba que pacientes que lo estaban pasando fatal, en un plazo de 1 semana, se sintieran mucho mejor y notaran el cambio. 

Y más importante que eso.

He visto los horrores que trae el SIBO de primera mano.

Antes, sinceramente, ni me gustaba la nutrición.

Yo era enfermera.

Fue después de ver las realidades y escuchar los sollozos del hospital … después de ayudar a los pacientes en sus momentos más duros … viendo qué comían, cómo comían, etc. … cuando empecé a plantearme ser nutricionista.

Y ahora que he tratado a cientos de clientes (literalmente) con SIBO, sé el antes y el después que supone tratar la enfermedad bien o tratarla como un médico de cabecera que es médico porque sus padres le obligaron a serlo.

Mira.

Las clientas que llegan a mí me lo dicen continuamente:

— “Cuando bebo agua o como algo, a veces, acabo yendo al cuarto de baño 4 y 5 veces en menos de 1 hora. Otras veces, nada más salir de él, me veo dando marcha atrás. Estoy aterrada hasta de conducir. Cuando voy al super me agobio porque no sé … no sé en qué momento puede venirme una urgencia. 

Y tengo miedo de no llegar al retrete a tiempo.”

Otras me dicen que les da vergüenza  parecer embarazadas

Me comentan que tienen que ir con una blusa o con un suéter holgado para ocultar la hinchazón de “9 meses de embarazo” que surge cada vez que comen o beben algo. De hecho, una vez una clienta me dijo que se pesó con la barriga llena de gases y que cuando vió lo que ponía la báscula, se quedó con los ojos como platos. Porque pesaba 2 kilos más.


2 Kilos. Más.

Pero claro, luego también me comentan que van al médico, a veces hasta el digestivo, y éste va y les dice: “eso es un problema de imagen corporal” o les da la muy inteligente recomendación de: “bebe más agua y come más fibra.”

¿En serio?

Justo cuando pensabas que ya era suficiente con aguantar a las personas SANAS que te dicen: “Te entiendo, yo también me hincho” o “tómate un antiácidos”, llega el médico y ¡zumba! remata la faena.

Fenomenal …

Y otras, peor aún, a lo mejor esto también te pasa, me dicen que el dolor que sienten en su tripa es como si hubieran navajas acuchillándolas por dentro

Sin ir más lejos …

Una periodista también diagnosticada con SIBO, Elena Rue Morgue (lo leí en el periódico: El Confidencial) publicó en redes sociales: “mi madre me tuvo que sujetar por la calle, porque de los pinchazos, me iba al suelo”.

El SIBO es algo serio.

¿ Pero sabes qué es lo peor ?

Que algunas dietas EMPEORAN CON CRECES la situación…

Me explico. Esto es fundamental que lo conozcas.

Según la Dra. Allison Siebecker, especialista (premiada) en SIBO, existen 4 tipos de SIBO:

SIBO hidrógeno-metano-dominante o SIBO H+ M+.

SIBO metano-dominante o SIBO M+

SIBO hidrógeno-dominante o SIBO H+

SIBO sulfuro de hidrógeno-positivo.

El 23 de mayo de 2024 se publicó un estudio…

Lo habían redactado unas investigadoras polacas de la Universidad de Ciencias de la Vida de Warsaw: Justyna Paulina y Nicole Domanski.


En el estudio narraban que habían contactado con 67 personas a las que sus médicos les habían dicho tienes SIBO”, las habían convocado para estudiar la disbiosis y, tras hacer todas las pruebas pertinentes habían estimado lo siguiente:

El tipo de SIBO más frecuente era el H+ M+ (el 51% de los pacientes lo padecía).

El segundo tipo más frecuente era el M+ (31%)

Y el tercer tipo más frecuente era el H+ (18%)

Ninguna de las 67 personas sufría SIBO sulfuro de hidrógeno-positivo.

¿Qué implica que haya 4 tipos de SIBO?

Lo que implica es que:


Dependiendo del tipo que te diagnostiquen, tienes más proporción de unas bacterias dañinas en tu intestino delgado o más proporción de otras. Y por tanto, como cada bacteria es un organismo con sus propias costumbres, con su propios gustos en comida y con sus propias resistencias … la dieta que tú ingieras TIENE que variar según el tipo de bacterias que te están agrediendo.


Lógico.

¿Por qué has de variar tu dieta según tu tipo de SIBO?

Pues mira, justo en este estudio que te acabo de mencionar se encontraron unos datos que cambian por completo el enfoque de cualquier nutricionista inteligente.


Las investigadoras polacas cogieron a los 67 pacientes con SIBO y les invitaron a soplar en una máquina. Ya sabes, el test del SIBO. 

¿Por qué los pusieron a soplar? 

No para diagnosticarlos. Recuerda que ya estaban diagnosticados.

Los pusieron a soplar para medir la cantidad de hidrógeno, metano u ambas que emitían por el aliento.

¿Por qué?


Porque querían encontrar una correlación directa entre:

(Aquí es cuando llega la parte que puede volarte la cabeza).


Midiendo vieron que:

Las personas que tenían SIBO H+ M+, emitían una MAYOR concentración de metano por la boca CUANDO comían MENOS fibra. A más lechugas, zanahorias crudas, espinacas comían MENOS metano generaban.

A las personas que tenían SIBO M+, les ocurría lo mismo. A MENOS fibra consumían, MAYOR era la concentración de metano (CH4) en aire exhalado.

Y en las personas que tenían H+, no se estableció esta correlación.

“Puesto fácil ¿Qué significan todos estos- y +?”

Significa que si tienes SIBO H+/M+ o SIBO M+ y llega un dietista que trata todos los tipos de SIBO igual, y te manda una dieta baja en fibra … 

Pues entonces lo que logrará es hacerte más daño.

No curarte.

Eso es lo que significa.

¿Cuál es el pero? Que es sencillo malinterpretar esto y empezar a consumir manzanas (porque es buena para hacer la digestión), brócoli, porque es alto en fibra, trigo, dátiles… etc. Y tampoco es así. Porque depende del tipo de fibra, si es fermentable o no, alta en FODMAPs o no, etc. puede alimentar a las bacterias que te están causando el SIBO o no. De hecho, para el SIBO H+/M+ y el SIBO M+ es importante dejar de consumir alimentos como: cebollas, ajo, crucíferas  (brócoli, coles de Bruselas, repollo, coliflor, verduras de hoja verde…), manzana, peras. etc. 
Incluso es importante que evites plátanos maduros y que los consumas “verdes”.

Y en el caso de tener SIBO sulfuro de hidrógeno positivo, hay que dejar de consumir huevo y sulfitos (todos esos conservantes antifúngicos, microbianos y oxidantes que se añaden a la comida) o el desequilibrio bacteriano empeora.

Así que hay que consumir fibra, pero consumirla con cuidado y siendo selectivos o sino la tripa se hinchará como un globo en vez de bajar.

¿Me explico?

 

Justo por eso la dieta es vital para tratar y controlar el SIBO. Y justo por eso me indigna ver como hay nutricionistas y dietistas que tratan el problema como si solo tuviera una tipología y como si fuera cualquier síntoma gastrointestinal.

 

Además, un dato preocupante:

Todo persona sana elimina gases de 10 a 20 veces por día

¿Cuántas veces lo hace una persona con SIBO, de cualquier tipo?

Más. Muchas veces más.

No sé cuántas veces más, pero tú sabes que más.

Según los datos publicados en el Diario de Sevilla, los gases que se eliminan por vía anal están formados por un 60% de nitrógeno, un 20% de hidrógeno, un 10% de dióxido de carbono, un 6% de metano y un 4% de oxígeno. El 90% de nuestras flatulencias provienen de la digestión de los alimentos.


Estos datos son distintos en tu caso.


Tú tendrás más porcentaje de hidrógeno, de metano o de ambos.


¿Por qué me saco otro estudio de la manga?

Porque si te recomiendan la dieta equivocada, las bacterias malas causantes de estos gases empezarán a alimentarse más y a reproducirse más. Y la cantidad de gases que ahora mismo estás soportando por culpa de las fermentaciones, incrementará más que chapuzones hay en verano. Provocándote más hinchazón de mujer embarazada, más puñaladas en la tripa, más reflujo: más “me acaba de subir el ácido” y más olor a huevo podrido en tus ventosidades.

De verdad que ODIO decirlo así.

Pero es que a ver, yo me pongo en tus zapatos y pienso: 

¿Qué pasa si soy oficinista y estoy en una sala sin  ventilación con varios compañeros, ahí, trabajando?

Si me llega la urgencia de ventilar, no lo puedo soportar más y mi esfínter se relaja, va a ser imposible ocultar el olor. Lo mismo pasa si salgo corriendo y me excuso al  baño. ¿Qué pasa si alguien entra en él justo después de mí?

La situación ES HORRIBLE
ABSOLUTAMENTE
HORRIBLE

Justo por eso te decía lo de que hay que tener más de 8 ojos cuando se recomienda seguir la dieta FODMAPs. No es adecuada para todas las personas con SIBO y hay que estudiar tu caso para saber con exactitud qué te conviene.

De hecho, seguir una dieta baja en FODMAPs por tu cuenta, de forma equivocada, o por un tiempo indefinido, supone problemas para la salud como: riesgo de sufrir anemias, bajones bruscos de peso, peor tránsito intestinal, etc. 

(Todo esto lo verifica un estudio de Massimo Bellisi, gastroenterólogo italiano, y otros investigadores de la Universidad de Pisa, puedes buscar el estudio, está en inglés).

Y no solo eso.

Sino una disminución de la calidad de vida. 

Porque es una dieta que a veces te quita “las ganas de vivir”.

Esta dieta tiene tiempos de introducción, tiempos de descanso y tiempos de reintroducción. Es una dieta estricta que, seguida sin tutela, supone déficits nutricionales y abandonos de la dieta. Además, necesita ser compaginada con probióticos, prebióticos y suplementos para que funcione realmente bien.

Y da igual lo que veas o te digan otros artículos en internet.

Esas son las desventajas de la dieta baja en FODMAPs.

Tiene grandes virtudes, pero no es perfecta. 

Haz de tener esto en cuenta a la hora de tratar tu SIBO.

Además de que existen más dietas posibles, algunas incluso menos restrictivas, como bien explica el blog Guerras Intestinas, que pueden venirte a tí mucho mejor que una dieta baja en FODMAPs a secas.

Vamos a ir acabando.

¿Te acuerdas de lo que te comenté al principio?  ¿Que la dieta es fundamental para evitar que, tras CURARTE de SIBO, recaigas en apenas unos meses?

Por desgracia, el ratio de recaída del SIBO es alto.


Dependiendo de qué esté causando el desbalance bacterial, y de factores de riesgo como: la edad, el uso de inhibidores de la bomba de protones (IBPs) – omeoprazol, pantoprazol y otros prazoles, que son medicamentos que algunos especialistas prescriben erróneamente para los pacientes de SIBO — y, algo tan inesperado como haberte operado de apendicitis … tus posibilidades de recaer tras haber eliminado el SIBO son mayores o menores.

Pero hay un factor del que poco se habla …

Un factor que cualquier nutricionista debe tener en cuenta a la hora de tratarte.

Y eso es:

Recomendarte una dieta que limpie tu intestino delgado junto con tu intestino grueso.

¿Qué es el SIBO?

El SIBO es el sobrecremiento bacteriano en el intestino delgado.

Muchos nutricionistas se centran en eliminar las bacterias perjudiciales que anidan en tu intestino delgado, volcando sus esfuerzos en ese área en concreto. ¿Pero sabes qué ocurre? Que el intestino delgado tiene 6 metros de longitud. Lo equivalente a 3 personas de 2 metros de altura.

Y dependiendo de la región del intestino delgado hay una concentración de bacterias distintas. 

Entender esto es primordial.

El tramo del intestino delgado que está más cerca del estómago tiene una concentración de 103/mL.

El tramo de intestino delgado que no está ni cerca del estómago ni cerca del colon tiene 109/mL (1.000.000 de veces más bacterias que el tramo anterior).

Y el último tramo, el tramo final, el que está cerca del intestino grueso, tiene 1012/mL (1.000.000.000 de veces más bacterias que el primer tramo).

Los números son:

103/mL

109/mL (un millón de veces más)

1012/mL (mil millones de veces más)

Te hago esta pregunta:

¿Qué ocurre si hay un sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado y exterminamos muchas de esas bacterias, pero dejamos la puerta abierta para que las del intestino grueso entren por ella y lo REcolonicen?

Si el exceso de bacterias no se elimina también en el intestino grueso, las bacterias excedentes hacen las maletas, se suben al tren y van corriendo al intestino delgado que ahora está “vacío” y tiene un cartel de CASA GRATIS pegado.

Una dieta que no tiene en consideración este factor, está destinada al fracaso.

Es decir:

Está destinada a fallarte y dejarte vulnerable contra el SIBO. Otra vez.

Porque la realidad es que…

No existen ni atajos, ni dietas mágicas, ni pócimas místicas, para tratar tu SIBO

Ni el tuyo ni el de nadie.

Yo no puedo llegar aquí y prometerte dietas milagro o decirte que con unos pocos antibióticos, prebióticos y probióticos vas a estar como nueva. Si te lo dijera debería coger mi diploma médico, tirarlo al suelo y luego pisotearlo.

Sin embargo…

Si analizamos tu tipo de SIBO y vemos: qué antibióticos estás tomando, qué alternativas naturales te pueden venir bien, qué dieta es la más recomendable para ti, cómo podemos hacerla amena con recetas para que seguir la dieta no sea un infierno, sino todo lo contrario, algo sabroso que te cae bien en el estómago. Si también vemos qué vitaminas necesitas, cuáles te van a ayudar a sentirte menos agotada, cuáles te van a ayudar a mejorar tu motilidad (ir al cuarto de baño mejor), y si además de todo eso te lo explico todo muy bien.

Y te doy documentos para que siempre tengas presente lo que tienes que hacer.

Y te recomiendo libros de recetas y te ayudo a seleccionar platos según tus gustos.

Y combino mis conocimientos médicos con mis conocimientos de nutrición.

Entonces…

Más pronto de lo que quizás pienses

Puede que te vuelvas a mirar en el espejo y veas que tu tripa de embarazada ya no existe

Puede que te encuentres bailando o haciendo yoga o saliendo de fiesta con tus amigos sin pensar tanto en el “que pasará.”


Puede que te veas introduciendo poco a poco nuevos alimentos en la dieta, que te gustaban antes y a los que tuviste que renunciar.


Puede que, incluso, en vez de estar devastada encima de la cama, llorando como les pasa a algunas o a punto de gimotear, te encuentres de pie, dándote un paseo sin encogerte a cada paso. Sintiendo la brisa y sonriendo.

¿Tendrás que cortar el consumo de alimentos ultraprocesados: hamburguesas, pizzas, helados?

Pues sí. 

Si no lo has hecho ya, tienes que hacerlo.

¿Tendrás que tener paciencia?

Sí.

¿Perderás la esperanza?

No mientras me tengas al lado.

Así que:

Esta es la solución que te brindo

Ven a mi consulta.

He tratado a más de 200 pacientes con SIBO y casi todos los días atiendo a una nueva persona con este problema. El precio de la primera consulta es 95 euros. La duración es de 60 – 90 minutos.
Si no te ves preparada para empezar conmigo, no pasa nada. Busca otra nutricionista. Pero hazme caso. Búscala. Es importante para ti.
Si quieres empezar conmigo, haz clic en el botón de debajo. Te llevará a una página donde puedes reservar cita y efectuar un pago completamente seguro. Cuanto antes nos pongamos manos a la obra, antes tu SIBO desaparecerá o disminuirá.

Tenlo en mente.

Reservar sesión

Precio: 100 €

(Pago seguro)

Otras cosas que descubrirás conmigo:

Preguntas frecuentes

¿Dónde está localizada la consulta?

En ningún lado.

 

Las sesiones son 100% virtuales.

 

Siempre que tengas tiempo, un móvil o un ordenador, podremos tener la consulta sin problema a través de Zoom. Si nunca has utilizado esta herramienta o te sientes torpe con la tecnología, te daré instrucciones claras y sencillas para que te conectes y todo funcione correctamente.

De 1 hora a 90 minutos.

No.

Mientras dure nuestra relación, cada semana podrás enviar 1 o 2 correos para hacer cualquier consulta o resolver cualquier duda que tengas. Me escribes y yo te contesto.

Por supuesto.


Una vez eliminemos el gran desequilibrio bacteriano que está impidiendo absorber los nutrientes (y siguiendo al pie de la letra mis recomendaciones) recuperarás peso.

Depende de qué clase de persona seas.

Si cuando te estresas o sufres ansiedad te da por comer, será duro para ti. Sobre todo si sueles picar papas fritas, snacks o alimentos de ese tipo.

Aquí es cuando tienes que sentarte y sopesar: 

 

“¿Quiero sentirme así de mal todo el tiempo, todos los años hasta cumplir 80 … o quiero hacer un sacrificio de unos meses y recuperar mi bienestar “ya” (pronto)?”

Tú eliges.

 


La dieta ha de seguirse con exactitud, pero no tiene porqué ser una esclavitud. Yo le recomiendo a mis clientes recetas e ideas para que los desayunos, almuerzos y cenas no se basen en beber agua, masticar lechugas y rematar con un yogur. 

Sino algo más ameno y adaptado a tu tipo de SIBO, hábitos de vida y situación.

Estudiaremos tu caso y actuaremos en consecuencia.

Sí y no.

Te explico.

Puedo garantizarte que si me haces caso y sigues mis instrucciones vas a sentirte mucho mejor. También puedo garantizarte que si no cambias tus hábitos de vida y tu situación actual es posible que no mejores.

Tengo clientes con SIBO día sí y día también.

Hay clientes que siguen mis direcciones nutricionales y ven una mejoría muy rápida que les baja dramáticamente la hinchazón, llegando algunos hasta a perder 4 kilos de aire (de panza de “embarazada”) al eliminar la inflamación …

… Y hay otros pacientes a los que les cuesta recuperarse.

La pregunta es: 

¿Por qué les cuesta recuperarse?

Pues porque el SIBO no es una enfermedad que surja de la nada. No te pica un bicho y en ese momento tienes SIBO. Eso se lo dejamos a Spiderman. Hay personas que hacen deporte, se sienten felices y comen TREMENDAMENTE MAL y aún así, no tienen SIBO. ¿La razón? Bajos niveles de estrés.

Sé que el médico, cuando no sabe muy bien qué decir, a veces dice: “eso es estrés”.

En este caso puede tener razón.

Porque la microbiota y el SIBO casi en un 100% de los casos, surge porque en tu vida existen 2 cosas:

  • Malos hábitos alimenticios. Y/o,
  • Malas situaciones. Estás viviendo un divorcio, alguien que te importaba ha fallecido recientemente, te han despedido, etc.

Hasta que el cortisol no baje, la microbiota sigue descontrolada.

Y en esos casos, en los que la mejoría está impedida, es necesario ayudarte a eliminar ese estrés primero, para poder erradicar al 100% tu SIBO.

¿Que incluso si tienes estrés vas a sentirme mejor con mis dietas, consejos nutricionales y directrices?

Por supuesto.

¿Que si estás estresada hasta las trancas puede que tu SIBO sea más peleón y lleve más tiempo tratarlo?

También.

Y yo te ayudaré para que todo ese proceso sea más llevadero, más agradable y tan rápido como pueda. Para que recuperes el bienestar que el SIBO te está robando.

Cuando quieras volver a padecer SIBO.

 

Mientras tengas SIBO, no podrás comer estos alimentos. Cuando estés curada de SIBO, dependiendo de tu caso y el riesgo que quieras tomar, puntualmente, podrás volver a comer alguna comida de esas.

 

Depende de ti y de tu amor propio.

Sí, sobre todo si empiezas antes de que tu SIBO empeore.

Ana Lorenzo

Nutricionista Especializada en SIBO

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